A ti que buscas emocionar mientras aprendemos siempre y lo más emocionante es encontrarte una vez más.
A ti que enseñas motivando y siendo ejemplo.
A ti que eres salvavidas que lucha por sacar a flote múltiples vidas.
A ti que sientes amor y pasión por tu trabajo.
A ti que no entiendes otra manera de enseñar que desde el cariño y la admiración.
A ti que tienes el poder de convertir las horas en pocos minutos.
A ti que la mejor retribución son unas sonrisas.
A ti que iluminas miles de caminos.
A ti que logras que crezcan semillas pese a la distancia en tu particular jardín de amor.
A ti que enriqueces la vida de quienes han tenido la enorme fortuna de pasar por la tuya.
Gracias, seño. Gracias por ser tanto.
Cristi Alabarce