Esas gotas que aparecen nos hablan del tiempo y reflexionamos, nos ponemos a pensar en una mañana que se avecinó tormentosa.
Más tarde, como la vida misma, apacigua. Y es que necesitamos tanto los días grises como los días en que sale el sol para aprender a valorar y valorarnos.
Tiene que llover. La Tierra lo necesita, nosotros lo necesitamos.
Cristi Alabarce
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