Nadie dijo que sería fácil, nadie me avisó, nadie supo decirme que sucedía... y ahí estaba yo, mochila en mano llena de ilusiones, labrando caminos sin dirección, sin nada que me acompañe... ¿fácil? No... sintiendo miedos nada es tan fácil...
Se hace eterno mi caminar, la mochila me pesa, y en cambio cada vez se vacía más, las ilusiones vuelan y se transforman en soledad... ¿Quién dijo que sería fácil? Malditas palabras que me dejaron engañar, y ahora que hago yo, en mi caminar, volviendo a empezar...
Piedras y más piedras que me hacen tropezar, llevo kilómetros andados, días de mucho caminar... la experiencia me está enseñando, duelen las pisadas pero puedo soportar cada vez más toda carga pesada, mi mochila vacía está de esas ilusiones que me abandonaron en mi largo caminar... volver a empezar... ¿fácil? ¿Quién lo dijo? No sabía de que hablaba, no sabía lo que decía, y yo le hice caso y me abandoné en mi caminar...
Y después de tanto tiempo, abrazo a las piedras que me han hecho tropezar, beso el suelo que me vio caer y volverme a levantar, acaricio el rostro de quien me hizo caminar, que me dijo que era fácil y me hizo madurar...
Fácil nunca ha sido, fácil nunca lo será, pero en mi caminar siempre me hago fuerte, y ante cualquier dolor amargo, cualquier lágrima derramada de pesar, cualquier palabra que te clave sin cesar... nunca olvides esto... si es necesario camina, fácil no será... volver a empezar.
