sábado, 15 de septiembre de 2018

ENSEÑAR ES DEJAR HUELLA EN LA VIDA DE OTRA PERSONA

La profesión del docente en la actualidad está muy infravalorada, pero parece ser que en general, la sociedad no se da cuenta que ésta no solo consiste en ser puntual, acudir a la escuela y dar clase, sino que va mucho más allá. También hay cosas que no vemos, como las horas de dedicación preparando la clase del día siguiente, las horas de exámenes... La docencia implica sacrificio y esfuerzo, pero aunque muchas veces no se tengan momentos demasiado buenos, también es muy gratificante. Cuando los niñ@s crecen, cuando ves que aprenden, cuando te ven y te llaman 'seño' o 'profe'...
Es a nuestros maestros y profesores que les debemos muchos de nuestros conocimientos, porque aunque en casa es donde nos educan, en el colegio, reforzamos y aprendemos valores como la solidaridad, la generosidad, la empatía,...
Desde estas líneas, quisiera poner en valor la profesión del docente.
En mi opinión, para ser un buen docente no es suficiente solo con enseñar una materia concreta, sino sobretodo ser una buena persona porque como bien decía Henry Adams:
- El maestro deja una huella para la eternidad; nunca puede decir cuando se detiene su influencia.