Susy quería salir de fiesta con sus amigos, pero sus padres le castigaron por las malas calificaciones en el colegio. Entonces, ella decidió no perderse la fiesta y mentir a sus padres diciéndoles que iría a la biblioteca del pueblo a estudiar con unos amigos. Ellos accedieron porque su hija no estaría sola.
Luke, uno de los amigos de Susy, comenzó a beber hasta quedar totalmente ebrio. Al ver el panorama, Susy se quería marchar y se reprochaba a sí misma la mentira a sus padres.
Mike, otro de los amigos decidió llevarla a su casa al percatarse del nerviosismo de Susy, pero Luke también subió al coche, cogió el volante e hizo una brusca maniobra que provocó un golpe a otro coche. Tuvieron un accidente. Luke y Mike fallecieron horas después de llegar al hospital. Susy, quedó en estado grave pero finalmente, pudo salvarse.
Susy, aún convaleciente preguntó a un enfermero sobre sus amigos. Él le dijo que ambos fallecieron. Ella no lo podía creer. Seguidamente, también preguntó sobre los pasajeros del coche con el que habían chocado. En ese instante, solamente le pudieron decir que se trataba de un hombre y una mujer que fallecieron en el acto.
De repente, recordó a sus padres y le dijo al enfermero que los llamara, que tenían que saber sobre lo ocurrido, pero a los pocos minutos, una llamada de un comisario le dio la peor noticia de su vida.
Sus padres, viendo la tardanza de Susy, habían salido a buscarla y fueron ellos los que encontraron la muerte en ese fatal accidente. ¡El otro coche era el de sus padres!
Al saber todo, Susy se sentía culpable de todo lo ocurrido. ¡Por su mentira y la imprudencia de su amigo, ya su vida no sería igual! Ahora, tendría que aprender a vivir con bastantes ausencias.
