Si has pasado por una situación de pérdida, si pensaste que ya no había nada por lo que luchar, que ya nada tenía sentido, que tu misión había terminado... déjame decirte que yo también lo pensé, que durante algún tiempo no supe que rumbo tomar, que parecía ir a la deriva sin rumbo fijo... pero afortunadamente, busqué ayuda y me apoyé en esas personas que sabía que iban a estar dispuestas a darme un consejo o a tenderme la mano si hacía falta. Es importante saber con quienes contar y "liberarse" contando preocupaciones sabiendo que serás escuchado.
Raulito falleció a los 18 años y yo me encontraba perdida. Quienes bien me conozcan sabrán que éramos muy unidos y que practicamente toda mi vida ha estado girando en torno a la suya tratando de buscar siempre lo mejor para él para que tuviera la mejor calidad de vida posible. Los primeros días después de su partida, lo único que pasaba por mi cabeza es que Raúl no había disfrutado de la vida, que él no pudo ver un bonito amanecer nunca, que jamás pudo mojarse en los charcos de barro y que nunca pudimos escucharle pronunciar una palabra y yo sí tenía todas esas posibilidades. De alguna manera, me autoinculpaba por el hecho de haber nacido sana y me repetía a mi misma que al menos yo había disfrutado de las pequeñas cosas de la vida que él no. Pensaba que mi misión aquí había terminado. Necesité muchísimas opiniones para que lograra entender que estaba equivocada y que la vida no es como queramos que sea.
Un antiguo profesor me dijo:
- Estoy seguro que seguirás ayudando y puedes hacerlo porque seguro que habrá otros muchos "Raulitos" a los que puedas ayudar y ahí estarás tú.
Me reconfortaron sus palabras, pero continuaba sin saber como podría ayudar.
Entonces, me puse en contacto con otra antigua profe que me dijo:
- Puedes seguir ayudando. Date cuenta que por Raúl has dado casi toda tu vida y a muchos nos has hecho conscientes de como se puede luchar, vivir y superarse cada día por amor.
Todos coincidían en que podía seguir ayudando pero yo me preguntaba:
- ¿Cómo podré ayudar?
Fue hasta que llegó la llamada de un familiar que me dijo:
- Raúl te seguirá ayudando y tú seguirás ayudando por él. Además, se te da bien escribir, ¿por qué no publicas un libro?
Mi respuesta fue... ¿y ahora buscarme una editorial?, volver a recordar duele..., no voy a ser capaz... Las miles de preguntas y los "noes" rondaban mi cabeza pero reflexioné y me dije:
- ¿Por qué no? ¿Y si con nuestra historia puedo ayudar a que aquellos que estén pasando por una situación similar a la nuestra conviviendo con la discapacidad a secarse el sudor de la frente y seguir adelante entendiendo que no todo es blanco o negro y que existen matices de colores? Qué bonito, ¿no?
Y ese día llegó. Escribí "Recordándote" y al poco tiempo, me llegó el mensaje de una madre asegurándome que mi libro le estaba sirviendo de ayuda y que poco a poco le estaba ayudando a salir de la depresión en que se encontraba. Podéis imaginar mi felicidad.
Aparte de todo esto, yo quería seguir preparándome y formándome en lo que siempre me apasionó; los niños en edades tempranas siempre pensando en poder ser de ayuda a otros.
Yo ya tenía el Técnico Superior en Educación Infantil y pensando en hacer la mención de PT, me matriculé en el Grado Universitario de Educación Infantil de la Universidad Europea. Aquí, también me ayudaron mucho cuando ni siquiera entendía como utilizar la plataforma de estudio. Cosas de novatos.
Destaco que en el ámbito personal y debido a todo lo anteriormente expuesto, yo no me encontraba al 100% hasta que "apareció" en mi vida y en la vida de muchos de sus estudiantes una seño admirable, encantadora, adorable, maravillosa... que se convirtió en esa luz que a veces necesitamos en el caminar de este arduo sendero llamado vida y sobre todo, en ejemplo y referente que inspira, orienta, guía, trata de extraer lo mejor de nosotros mismos, que siempre está ahí para todo y para todos... y que haciendo referencia al cuento "Adivina cuanto te quiero", yo también te quiero ida y vuelta, seño Ghada ❤
Mil millones de gracias por tanto que aportas a mi vida, a las vidas de todos "tus elefantes" y a las de tantas familias 🥰
Cristi Alabarce
