miércoles, 16 de noviembre de 2016

NUESTRO CAMINAR




No tomemos la vida como una carrera. No es la vida una competencia hacia una meta de llegada. No pensemos al final de ésta: "solo se trataba de esto y nada más". No es así. La vida es más que la suma de seres vivos, la vida es un tesoro compartido, un brillante tiempo que ilumina al universo mismo en cuanto nos ha sido dada, porque allí es donde nace la esperanza, donde hay un soplo de vida, un soplo de eternidad.
La vida es la sonrisa de una madre hacia su hij@, es sentimiento, palabras, miradas, momentos... La vida es saber disfrutarla y compartir ese cariño que sientes hacia l@s que quieres. La vida es un abrazo temprano a quiénes queremos, un beso sincero en el encuentro... Cuando aprendamos a ver el corazón de las cosas, cuando veamos con los ojos del alma la razón de lo que no tiene razón, entonces comprenderemos que la vida es más que la suma de sus partes, que es la esencia misma bailando en el espacio, cantando en el viento, mojándote en la lluvia, abrigándote en el silencio de una fría noche frente al fuego.
Comprenderemos que tod@s tenemos inquietudes, miedos ocultos, ¡tantas cosas!... tantas...
Veremos que hay personas que son parte de nuestra vida y que aprendimos muchas cosas, porque otr@s nos las enseñaron; nuestros padres, la escuela, los amig@s o la vida misma.
Comprenderemos que la vida es siempre un camino y que somos nosotros l@s que elegimos como caminarlo y sabremos que transitamos por un sendero único e irrepetible porque es la huella que vamos haciendo en el mundo, nuestra marca, nuestra señal, que escribimos en los renglones de un relato compartido. Y... tan solo de nosotros depende un verso mejor, una gran alegría, una palabra triste, un momento de olvido o una canción de amor... De nosotros depende la forma de elegir mejorar nuestro rumbo y hacer que cada día sea un canto al sol.
La vida es para aprender a amar, a olvidar cuando debemos olvidar, a recordar cuando debemos recordar... La vida es para ampliar afectos y recordar nuestras vivencias.
No ocupemos nuestro tiempo en aspectos negativos de las cosas... sueña, imagina, ríete con las personas que sonríen, ama con las personas que aman, alégrate con quiénes te alegren el día. Haz las cosas simples, porque en lo simple brilla una pequeña luz que se hace inmensa a los ojos de quién atesora ilusiones.
Trata de llevar un motivo de felicidad o un minuto de alegría a quién sol@ se encuentra, a quién realmente te necesite y lo necesite. Ofrécete a ello porque la felicidad  es pariente de la belleza y la belleza es el rostro de la verdad. Pues, la verdad es el motivo de la felicidad y la libertad, porque nos libera de fantasmas y dudas al caminar. Disfrutemos nuestro tiempo sabiendo que el pasado y el futuro, son instantes de una realidad que actualizan nuestra conciencia, la cual se enciende a cada instante e ilumina lo que ve, lo que toca y hasta lo que niega. Recuerda que la vida es más que la suma de seres vivos. ¡Es un tesoro compartido del cuál formamos parte!... Cuando comprendamos esto, llenaremos nuestros pulmones vacíos con un soplo de eternidad.

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