viernes, 18 de septiembre de 2015

¡BASTA YA DE GUERRAS Y RIVALIDADES!



¿Ha naufragado la humanidad? ¿ Hemos fracasado como especie? No lo creo, pues aún existen otras tantas personas que se preocupan y les hiela la sangre ver la imagen de niños, personas... que intentan huir de una guerra que no es la suya, de barbaries... Y... es que son millones de criaturas inocentes las que sufren a diario los horrores de la violencia, del hambre y la miseria que las guerras arrastran.
Lloramos tod@s, ¿pero lloran ell@s? Me refiero a aquell@s que ostentan el poder y han permitido que la sinrazón gobierne.
Se escucha estos días la infinidad de comentarios sobre la acogida o no de refugiados en Europa y me pregunto:
¿Hace ruido el árbol que cae cuando no hay nadie para escucharlo?
La corriente de opinión mayoritaria ya ha emitido su juicio sobre la actitud que debe adoptarse respecto a los refugiados. Sin embargo, mantienen absoluto silencio sobre cómo atajar la enfermedad de raíz: frenar el conflicto en Siria y la expansión del Estado Islámico. ¿Por qué no se producen espontáneas y masivas manifestaciones a favor de una intervención contundente en Siria y contra el Estado Islámico? ¿Tenemos miedo de enfrentarnos cara a cara con las enfermedades que generan la oleada de refugiados?
Realmente no lo sé. Pues, estas preguntas, deberíamos hacérnoslas cada uno de nosotr@s pensando en como nos sentiríamos o qué haríamos en su situación.
Pero... francamente creo que también huiríamos al igual que están haciendo ell@s y nos marcharíamos a cualquier otro lugar del mundo  donde 'viéramos un panorama mejor', porque así es nuestro instinto de supervivencia.
Mi conclusión es que el árbol que no escuchamos, no hace ruido. El único ruido que de alguna manera hemos escuchado es el de los refugiados ' llamando a nuestras puertas' a través de los medios de comunicación. El sonido de los obuses en Libia, en Siria..., está muy lejos y apenas lo percibimos.
En consecuencia, no tomamos consciencia de la amenaza que esas enfermedades suponen hasta que los síntomas 'llaman a nuestra puerta'.
Y nos seguiremos preguntando:
¿Cuándo llegará el día en qué la humanidad esté en paz y dejen de existir tantas guerras, barbaries, tantas huidas por necesidad?
Ojalá llegue ese día en qué todos los países estén en paz, sin enfrentamientos y todo se solucione mediante la palabra sin necesidad de armas, rivalidades, heridos, muertos...

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