Cuando nuestros docentes se convierten en ejemplo

Estoy segura que a lo largo de la vida y de nuestra etapa educativa, todos vamos conociendo a docentes que dejan una huella imborrable ya sea por su cariño, su sabiduría, su buen hacer...
Enseñarnos, educarnos, formarnos... es parte de la vida y del trabajo de nuestros docentes pero lo más especial es cuando logras encontrarte o conectar con aquellos que van mucho más allá de todo eso y logran ser un gran ejemplo, una guía, aquellos que nos dan un buen consejo, que nos enseñan en valores y pasan a ser para nosotros seres incomparables, inolvidables, únicos e irrepetibles. Docentes dignos de admirar y que juegan un papel muy, muy importante en nuestras vidas. Docentes con vocación, entregados, apasionados y enamorados de su trabajo.
Y es que educar es mucho más que un verbo; es ayudarnos a crecer, aprender, motivar, acompañar e inspirar. 
Aprovecho este breve espacio para agradecer, reconocer y valorar a esos docentes que nos marcan. Que dejan huella.
Gracias docentes, por vuestra entrega, paciencia y por hacer de la enseñanza-aprendizaje una hermosa aventura!
¡¡GRACIAS!!