lunes, 31 de agosto de 2020

Gestionando la felicidad

Había una vez un hombre que sabía mucho y que observaba preocupado la importancia que todos en su pueblo le daban al dinero, a pesar de que vivían bastante bien.
- ¿Por qué queréis conseguir dinero? - preguntó el hombre sabio a uno de sus vecinos.
- Para comprar cosas que nos den felicidad - respondió.
- ¿Felicidad? ¿Y está seguro que eso lo da el dinero? - sonrió el hombre sabio.
Entonces... ¡tengo la solución! No habrá monedas - continuó.
- ¿¡Cómo?! - exclamó el vecino sorprendido.
- Si lo que queremos es felicidad, ¿para qué las monedas? Mejor llevar sonrisas y felicidad a cualquier lugar - continuó.
El vecino de aquel pueblo estaba impresionado, pero la decisión del hombre sabio fue revolucionaria. Pues, todos deberían aprender a conseguir sonrisas y alegrarse por las pequeñas cosas del día a día.
De esta forma, descubrieron en aquel pueblo que no únicamente el dinero les hacía sentir bien, sino que era mucho más importante el bien común del mundo y regalar sonrisas.



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